Se trata de un animal de considerables proporciones, de cuello, tronco y patas largas.
La cabeza es alargada y el morro puntiagudo.
Las orejas (pequeñas en proporción) se insertan altas y están plegadas hacia atrás.
La cola es larga, gruesa y llevada colgada.
El pelo es largo y recio, siendo el color más habitual es el gris azul, más o menos uniforme, aunque también son aceptados tonos grises más claros, e incluso tonos arena y atigrados.
La cría y el mantenimiento de este perro es cara y laboriosa, pero tenerlo en casa es fácil si se tiene el espacio suficiente que necesita.
En su educación necesita mucho ejercicio diario, como paseos largos, y una estrecha unión con su amo.
El pelo duro es fácil de cuidar.
Inteligente y manso, es muy deportista y le encanta correr a campo libre.
Es cariñoso y nunca suele molestar.
Es tranquilo en casa y obediente con su amo, al que está muy apegado.
Su temperamento es fuerte, y cuenta con instinto para la caza.
Era el fiel compañero de los señores escoceses en la caza del gamo y del ciervo.
Los clanes escoceses lo cuidaban para la caza en las Highlands.
En 1764, cuando los ingleses batieron a los escoceses y disolvieron los clanes, la cría de esta raza estuvo en peligro, pero gracias a Sir Walter Scott, literato del siglo XVIII, todo el mundo conoce a este perro, a través de sus obras.
En el siglo XIX, Sir Edwin Landseer inmortalizó al Lebrel Escocés y la reina Victoria tuvo también un ejemplar de esta raza.
Rápido y fuerte puede llegar a participar en las carreras de galgos.
Es un excelente perro de compañía muy apegado a su amo.
Pros:
- Buen animal de compañía y muy obediente.
- Precisa de pocos cuidados.
- Sirve para la caza.