Resistente y leal, el Malamute de Alaska es un perro grande y poderoso, que posee una cabeza ancha y un morro fuerte.
Los ojos son oscuros y almendrados y las orejas erguidas en triángulo.
El cuello es fuerte, el riñón sólido y corto y los miembros están muy musculados.
La cola forma un elegante penacho y se lleva ligeramente curvada.
Pelaje: grueso, áspero y denso, con vello lanoso y engrasado.
Color: blanco, o de gris a negro, con distintas marcas blancas.
Su abundante pelaje requiere cuidados continuos, especialmente en la época de la muda.
Su vitalidad e inteligencia hacen de su adiestramiento un hecho reservado a profesionales, o cuando menos, no a principiantes.
Necesita mucho espacio libre y una gran dedicación.
El Malamute de Alaska es un perro muy limpio, amistoso, tranquilo y juguetón.
El perfecto perro de compañía, si no fuese por las grandes dosis de ejercicio que precisa.
Con otros perros puede ser agresivo, pero responderá bien a una disciplina firme.
Es muy resistente y leal, aunque no es perro de un solo amo.
Pese a su carácter tranquilo y sosegado, es de una vitalidad arrolladora.
Tiene mucha seguridad en sí mismo.
Autóctono de Alaska, el Malamute pertenece a la población más antigua de esta región.
Cuando los europeos ocuparon Canadá, lo utilizaron de porteador en las regiones montañosas.
Recibe su nombre de la tribu de los Inuit Malamute, que utilizaban estos perros para tirar de los trineos más al norte del Círculo Polar Ártico.
Es sobre todo un gran porteador.
En cualquier caso habría que darle una ocupación deportiva, como las carreras de fondo o de trineo con varios perros.
En la actualidad son apreciados perros de compañía a pesar de sus limitaciones.
Pros:
- Limpio.
- Amistoso.
- Obedece bien a la disciplina.